Roscón de Reyes, de naranja y miel.

El Roscón de Reyes es una tradición que no puede faltar en una de las noches más mágicas del año para los niños, así como para los mayores que vivimos la ilusión con ellos. Nosotros ya tenemos nuestro roscón bajo el árbol, este año lo hemos hecho dándole una forma diferente, hecho con pequeñas bolas que el horno se encarga de unir. A nosotros nos gusta sin rellenar, con el sabor del agua de azahar, naranja y miel, que este año hemos usado una miel de romero Productos Sierra de Cazorla que aún ha aportado más sabor.

• Harina de fuerza, 75g + 450g . Para cada paso.
• Leche, 60ml + 100ml, para cada paso.
• Levadura fresca, 25g
• Tres huevos
• Ralladura de naranja
• Canela
• Mantequilla, 75gr
• Agua de azahara
• Miel de romero, ( Productos Sierra de Cazorla)
• Azúcar, 90g
• Almendras crudas

Disolvemos la levadura fresca en la leche tibia, añadimos la harina y dejamos reposar al menos tres horas.

Calentamos el resto de la leche (100ml) a fuego muy lento con la canela, la ralladura de naranja y la miel de romero, apartamos y dejamos que los sabores se fusionen.

Pasadas las tres horas, ponemos la harina restante en un bol grande y con un hueco en el centro vamos incorporando el resto de los ingredientes, includa la leche  con naranja, canela y miel; y la primera masa que hicimos. La mantequilla debe de estar a temperatura ambiente, que podamos amasarla e integrarla con el resto de los ingredientes.

Dejamos la masa reposar otras tres horas, pasado este tiempo voy cortando la masa y amasando mientras hago bolas que pongo en una bandeja refractaria. Pinto el rosco con un huevo batido y añado las almendras. Introduzco en el horno a 180 grados precalentado 20 minutos.

Para terminarlo le pongo por encima  más azúcar que humedezco con zumo de naranja y miel.

Podemos rellenarlo de nata o chocolate, pero como os decía al principio, a nosotros nos gusta más disfrutar de su sabor. Ya sólo queda colocarlo bajo el árbol y vivir junto a la familia la última noche navideña de este año.