En estas fechas veraniegas las recetas de carne a la parrilla con unas patatas son siempre un acierto. En este caso el cordero es una forma muy sabrosa de disfrutar de la parrilla, hemos enriquecido la receta pintando el cordero mientras lo cocinamos. Enriquecemos el sabor del cordero sin anularlo, acompañándolo.
Ingredientes :
- Chuletas de cordero, 500g
- Patatas pequeñas para guarnición, 300g
- Salsa Teriyaki
- Mostaza artesanal en grano
- Romero y tomillo
- Aceite, sal y pimienta
Pelamos y lavamos las patatas. Las disponemos en una fuente refractaria, añadimos el aceite de oliva, el romero y el tomillo. A la hora de aportar el aceite tenemos que tener en cuenta que este formará parte del final de la salsa de las chuletas.
Las introducimos en el horno precalentado a 180 grados durante una hora.
En un cazo ponemos la salsa Teriyaki con la mostaza y dejamos a fuego lento que se unan y se reduzca un poco. La salsa Teriyaki podemos realizarla casera o comprarla.
Ponemos una sartén al fuego fuerte o una parrilla, sellamos las chuletas tras salpimentarla. Les damos la vuelta y la vamos pintando con la salsa y la mostaza. Realizamos esto por ambos lados un par de veces.
Sacamos las patatas del horno, tomamos el aceite con el romero y el tomillo y regamos las chuletas con este. Quedándonos así terminada la receta.
La unión de los sabores resalta el fuerte sabor del cordero. Si las patatas no nos hubieran quedado doradas, podemos pasarlas por aceite caliente y freirlas como último paso.
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