Ingredientes :
- Morcilla de arroz, 250 g
- Queso curado, 50 g
- Nata para cocinar
- Aceite.
Troceamos la morcilla y la vamos cocinando en una sartén con un poco de aceite. Incorporamos el queso, cortado en trozos pequeños. Incorporamos la nata y vamos calentando a fuego lento.
Colocamos en un molde y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Los trocitos de queso no llegan a deshacerse, lo cual produce un efecto de ambas texturas muy apetecible.
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