Esta receta la he cocinado en una paellera, para intentar repartir el calor por todas partes y conseguir que el brócoli quede crujiente, a la vez que el resultado final esté jugoso por la salsa de tomate, el sofrito y el caldo. La combinación de especias da a este plato un toque diferente con fuerza.
Ingredientes:
- Solomillo de cerdo y pechuga de pollo
- Brócoli, cebolla, pimiento, ajo y tomate
- Salsa de tomate.
- Caldo de pollo
- Pimentón dulce, azafrán, orégano, tomillo y romero.
En esta receta realizo un sofrito de fondo, con cebolla, pimiento verde, ajo y tomates rallados, luego incorporo salsa de tomate casera. Realizo estos dos pasos por el sabor que el sofrito aporta, donde la cebolla, el ajo y el pimiento toman más protagonismo que si solo pusieramos la salsa de tomate.
La carne la cortamos en dados y la sellamos por separado. Una vez estén selladas reservamos, tenemos que tener en cuenta el tiempo en el que hacemos este paso. Cuando cocinamos carne, en un primer paso en el que aún no quedan completamente cocinadas, si reservamos a temperatura ambiente, estamos beneficiando el crecimiento de microorganismos en esta. Así que debemos realizarlo cuando ya tengamos la salsa y el sofrito terminados, o sellarlo y reservarlo a temperatura de refrigeración.
Cortamos el brócoli dejandolo lo más pequeño posible. Unimos la carne a la salsa, incorporamos el caldo, es preferible usar un caldo casero, pero sino tenemos usamos uno comercial, no tenemos que añadir mucha cantidad. Dejamos que tome temperatura y añadimos el brócoli, unos tres minutos y dejamos reposar.
Es una receta, que bien podríamos haber terminado con arroz, con puntaletas o con coliflores cortadas como falso cous-cous. He elegido brócoli que junto a la salsa y la carne, se consigue un plato con texturas diferentes.
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